CONSTRUIR BIEN PARA VIVIR MEJOR


Un nuevo aire para la Ciénaga de Juan Polo y las comunidades del norte de Cartagena

Cienaga de Juan Polo

Por: Ana Cecilia Ramírez, gerente de proyectos, Novus Civitas

Dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026, se definió el Ordenamiento del territorio alrededor del agua, como uno de los ejes transformadores para aportar a la protección del medio ambiente y de las áreas de especial interés para garantizar, entre otras cosas, territorios participativos, donde las voces de sus habitantes sean escuchadas.

Es por esto que, tanto entidades públicas como privadas tenemos la responsabilidad de redirigir nuestros esfuerzos hacia el desarrollo social, económico, cultural y ambiental de la ciudad, y precisamente en este último eje de trabajo, se encuentra la Ciénaga de La Virgen, un humedal ubicado en la zona norte con una extensión de más de 7 kilómetros, y rodeado por más del 40% de la población de Cartagena, el cual alberga distintas especies animales entre anfibios, mamíferos, reptiles y aves, y especies vegetales,

La ciénaga, que es además parte fundamental del sistema hídrico de Cartagena, se ha visto perjudicada por el crecimiento muchas veces no planificado de la ciudad sobre sus orillas, con terrenos marcados por la tala de mangle y construcción de relleno, perdiendo entre el 30% y 50% de densidad en los últimos 30 años, a lo cual se suma que la ciénaga ha sido destino de aguas residuales y de más de 4.300 toneladas de desechos al año, generando además de malos olores, el colapso total del ecosistema.

Esto no solo incrementa la contaminación, sino también la salinidad y la temperatura del agua, aspectos vitales para la salud de plantas, animales y humanos. Asimismo, las comunidades han perdido el canal de comunicación que las conectaba con otras poblaciones, generando dificultades para transportarse y además, afectando el desarrollo de actividades como la pesca, el turismo y el comercio.

El ecosistema Juan Polo, que hace parte de este gran humedal urbano y se encuentra en la zona norte de la ciénaga, también se ha visto afectado, pues en 1999, al sur de la ciénaga de La Virgen se puso en marcha una bocana estabilizadora de marea, para subsanar el impacto de las aguas residuales sobre esta zona, y lograr un recambio de aguas con el mar, proceso que ha beneficiado a la mitad del humedal, dejando al norte con un recambio limitado.

Entendiendo esto y buscando continuar aportando al desarrollo de la ciudad, en Novus Civitas, una firma gestora de grandes proyectos urbanos como Serena del Mar, decidimos apostarle a la reapertura de la Boca de Los Manzanillos, haciendo parte este proyecto de nuestro Plan Maestro, y con esto, revitalizar la Ciénaga de Juan Polo, cerca de la cual habitan las comunidades Manzanillo del Mar.

 Estudios realizados por Sergei Lonin y validados por la firma holandesa Royal Haskoning demuestran que una boca nueva permitirá una mayor oxigenación y la circulación de agua fresca del mar, restableciendo en el norte el canal que ya existía: La Boca de los Manzanillos, a través de la construcción de una dársena con espolón, canales internos y una esclusa que va a fortalecer el intercambio de agua, organismos y materiales entra la ciénaga y el mar, mientras previene inundaciones a través de un control de flujos.

Las construcciones se dividirán de esta manera: una esclusa que garantizará la entrada del agua desde el mar hacia la Ciénaga en los momentos en que la marea esté subiendo y permita la navegación segura de las embarcaciones; un espolón que protegerá la dársena y el canal de entrada hasta la esclusa, y un puente levadizo que permitirá el paso de embarcaciones con altura mayor, manteniendo el tráfico vehicular y peatonal en la zona.

Aquí cabe resaltar el papel que han tenido las comunidades históricamente asentadas en la zona, pues por más de 10 años, junto a la Fundación Serena del Mar hemos trabajado de manera conjunta en la visión de este proyecto, para luego llegar a acuerdos que, aunque han supuesto grandes retos, han asegurado un trabajo integral de la Fundación en los ejes de Integración ambiental, Generación de ingresos y Desarrollo social.

Uno de los más importantes fue articular todos los ejes en un solo plan que garantizara su sostenibilidad en el tiempo, el respeto por el sistema natural anterior y el aprovechamiento de las bondades que actualmente la Ciénaga brinda, por lo cual hoy tenemos una base de empleos con personal capacitado a la medida y con la experiencia requerida para la prestación de servicios al proyecto, y emprendimientos que han ido creciendo en su gestión con un portafolio diversificado para la ejecución de las obras y prestación de servicios a la población que hoy se encuentra en Serena del Mar.

Esta reapertura de la boca de los Manzanillos es uno de los proyectos ambientales más importantes en los últimos 20 años en el departamento de Bolívar, pues asegurará una correcta integración a la naturaleza, y al ser un proyecto planeado para el futuro, apalancará el equilibrio entre los factores ambientales, sociales y técnicos durante su desarrollo, beneficiando a las comunidades y a toda la ciudad.

Cada uno de estos aspectos ha sido cuidadosamente manejado en las etapas previas, presentes y próximas, tras la puesta en marcha del sistema, permitiendo mejorar la calidad del agua de la Ciénaga, la conservación de la biodiversidad que allí habita y fortaleciendo la relación histórica entre las comunidades, el territorio y este cuerpo de agua.

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